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Yidam

Yidam

(Sánscrito iṣṭadevatā; tibetano ཡི་དམ་, yidam)

 

En el contexto del budismo Vajrayana, el yidam es la deidad tutelar o la deidad elegida para la meditación. Es una de las Tres Raíces, en este caso, la raíz del logro espiritual. Los yidam se clasifican, con frecuencia, según la forma en que aparecen: con forma pacífica o furiosa.

Sogyal Rinpoche escribe:

En el budismo tibetano, los practicantes tendrán un yidam, es decir, una práctica con un buddha o deidad particular con la cual mantienen una fuerte conexión kármica que representa para ellos una encarnación de la verdad y a la que invocan como el corazón de su práctica. Debido a que, en su práctica, han reconocido al yidam como el resplandor natural de la mente iluminada, son capaces de ver las apariencias a través de este reconocimiento y dejarlas surgir como la deidad. [1]

 

El Yidam pacífico Vajrasattva

La importancia de la práctica con un yidam

 

Orgyen Tobgyal Rinpoche explica la importancia del yidam: [6]

Cuando consideramos a todos los grandes maestros de las tradiciones india y tibetana, encontramos que, en cada caso, obtuvieron sus logros mediante su práctica con un yidam. Ellos eligieron una deidad y protegieron esa práctica como su fuerza vital misma y, con base en dicho compromiso con el sendero del yoga con una deidad, practicaron la etapa de desarrollo [2] y la etapa de compleción [3], e integraron éstas al obtener la realización definitiva: el logro de la completa iluminación.

No obstante, hoy en día hay personas que dicen: «¡Cuánto trabajo! Deidades y mantras, ¡odio todo eso! Yo solo haré meditación.» Entonces se sientan, cierran los ojos y a eso le llaman práctica. Dicen: «Yo solo quiero hacer meditación sin esfuerzo.» Pero, como decía Dilgo Khyentse Rinpoche: «Hay personas así, pero yo no he visto ninguna de ellas obtener signos de logro.»

En uno de los textos del ciclo de la práctica de Vajrakilaya de Ratna Lingpa, hay un fragmento que narra cómo, en una ocasión, Yeshe Tsogyal le preguntó a Guru Padmasambhava sobre la naturaleza de la práctica de kyerim:  «¿Realmente necesitamos de un yidam?» Padmasambhava respondió: «Si no hay un yidam, ¿dónde está la fuente de los siddhis? Y, sin siddhis, ¿cómo podría ocurrir la iluminación?» De hecho, si observamos a los grandes maestros de las tradiciones india y tibetana de la práctica Vajrayana, encontramos que no hay uno solo que no haya meditado con un yidam.

En la escuela Nyingma, todos los grandes vidyadharas tenían un yidam principal con el cual practicaban. Si su práctica era con una deidad pacífica, casi siempre se trataba de Vajrasattva. Si era con una deidad furiosa, casi siempre era Vajrakilaya. Padmasambhava y Vimalamitra mismos aseguraron que, de hecho, su yidam era Vajrakilaya.

El Yidam airado Vajrakilaya

Actualmente, sin embargo, los nyingmapas son quizá los peores cuando se trata de practicar diariamente con un yidam. Cuando Jamyang Khyentse Chökyi Lodrö otorgó el empoderamiento del Rinchen Terdzö, nos regañó a todos nosotros, practicantes nyingmapa, y dijo: «Ustedes, nyingmapas, no llevan a cabo ninguna práctica diaria regular. Ni siquiera recitan la plegaria Sampa Lhundrubma; ¡solo descansan todo el día!»

Nos dijo: «Si quieren yidams, ustedes nyingmapas tienen más que cualquiera.» Nos mostró todos los textos del Rinchen Terdzö, el cual consiste de docenas y docenas de volúmenes, y dijo: «Esto está lleno de sadhanas de las Tres Raíces — lama, yidam y dakini — pero ninguno de ustedes las practica.»

Lo que dijo era cierto. Quizá la razón es que muchos de nosotros en la tradición Nyingma ponemos un gran énfasis en la tradición Dzogchen y su falta de esfuerzo. Con frecuencia cometemos el error de meramente hablar de la práctica “sin esfuerzo”, cuando en realidad solo estamos siendo perezosos.

Basta con ver a alguien como Kyabje Dilgo Khyentse Rinpoche. Nadie puede cuestionar que su logro era mayor que el de cualquiera y, sin embargo, día y noche recitaba plegarias y mantras y hacía su práctica. ¡Él era inseparable de Vimalamitra! Miren el tipo de esfuerzo que ponía en su práctica. Y luego vean a otros que no hacen nada de eso. Simplemente se sientan con la boca abierta.

En una ocasión le pregunté a Dilgo Khyentse Rinpoche: «¿Es necesario que alguien con realizaciones recite plegarias y mantras?» Y él respondió: «Alguien que tiene ese tipo de realización es como el espacio. ¿Qué daño podría hacerle la recitación al espacio?» Y continuó: «Recitar un solo mantra Mani [4] o el mantra Vajra Guru [5] unas cuantas veces, solo ayudará; no nos dañará, ¿o sí?»

 

Notas

[1] Sogyal Rinpoche, El libro tibetano de la vida y de la muerte.
[2] [Nota del traductor] En tibetano བསྐྱེད་རིམ་  (kyerim), también se puede encontrar traducida como “etapa o fase de generación”.
[3] [Nota del traductor] En tibetano རྫོགས་རིམ (dzogrim), también se puede encontrar como “etapa o fase de perfección”.
[4] [Nota del traductor] El mantra del Buddha Avalokiteshvara.
[5] [Nota del traductor] El mantra de Padmasambhava, Guru Rinpoche.
[6] Extraído de enseñanzas que se llevaron a cabo en Lerab Ling, 29 de julio de 1999 y 20 de agosto de 1997.

Enseñanzas para profundizar

 

 

Créditos

Traducido por el equipo de traducción de Asociación Bodhicitta Escola de l’Ésser
del original Yidam de Rigpa Wiki  (https://www.rigpawiki.org/index.php?title=Yidam)
Publicado en la Enciclopedia de Dharma en abril 2022.

 

Este mantra de veintiséis sílabas pertenece al Tantra raíz  de Mañjuśrī .
Cuando se coloca dentro de algún texto, previene que la persona que pise
o pase por encima de este texto, acumule  karma negativo.