Los cinco skandhas son los cinco agregados psico-físicos que, de acuerdo con la filosofía budista, son la base del aferramiento a uno mismo, al yo. Estos son:
- El agregado de las formas (sánscrito rūpa; tibetano གཟུགས་, suk)
- El agregado de las sensaciones (sánscrito vedanā; tibetano ཚོར་བ་ tsorwa)
- El agregado de las percepciones (sánscrito saṃjñā; tibetano འདུ་ཤེས་ dushe)
- El agregado de las formaciones (sánscrito saṃskāra; tibetano འདུ་བྱེད་ duche)
- El agregado de las consciencias (sánscrito vijñāna; tibetano རྣམ་ཤེས་ namshe)
Etimología
La palabra sánscrita skandha significa un agregado, un cúmulo o un manojo.
Introducción
Sogyal Rinpoche escribió:
Una vez que tenemos un cuerpo físico, también tenemos lo que se conoce como los cinco skandhas, que son los agregados que componen la totalidad de nuestra existencia física y mental. Estos son los constituyentes de nuestra experiencia, el soporte para el aferramiento al yo, y también la base para el sufrimiento del samsara. [1]
Chögyam Rinpoche dijo:
Los cinco skandha representan la estructura constante de la psicología humana, así como su patrón de evolución y el patrón de evolución del mundo. Los skandhas también se asocian a obstáculos de diferentes tipos: espirituales, materiales y emocionales. [2]
Cuando analizamos más de cerca aquello a lo que llamamos «yo», podemos ver que incluye varios elementos, no solo las partes que conforman nuestro cuerpo físico, sino también nuestros sentidos y nuestra mente.
En el budismo, cuando deseamos examinar la identidad, o el ser, de manera más precisa, podemos utilizar las cinco categorías a las que llamamos los ‘cinco skandhas o agregados’.
En realidad, todos los fenómenos condicionados pueden incluirse dentro de estos cinco grupos, pero cuando investigamos el ‘yo’ o el ‘ser’, nos limitamos a la forma de nuestro cuerpo, nuestros propios pensamientos, etcétera.
Formas / Materia
En su sentido más amplio, se habla de ‘forma’ en términos de formas causales y resultantes. Las formas causales son los elementos de tierra, agua, fuego y viento, y después se dice que las formas resultantes, que se componen de dichos elementos, incluyen las cinco facultades sensoriales y sus objetos, así como una categoría un poco más compleja llamada ‘formas imperceptibles’, que no se explicará aquí.
Las facultades sensoriales no son los órganos sensoriales ordinarios, es decir, nuestros ojos, oídos, etcétera; son formas sutiles dentro de los órganos sensoriales. Tienen formas específicas que se describen con mucha precisión en la literatura del Abhidharma.
El primero de los objetos sensoriales es la forma visual, que se refiere a los diversos colores y formas que aparecen a nuestra vista. Hablando en general, los colores se pueden dividir en colores primarios — que según el Abhidharma son blanco, rojo, amarillo y azul — y los colores secundarios. Pueden ser agradables, desagradables o neutros.
Los sonidos, que son los objetos de los oídos, pueden ocurrir de forma natural o pueden ser creados por el hombre, o pueden ser una combinación de ambos, como cuando una persona golpea un tambor. Muchos sonidos son meros sonidos sin significado, pero algunos comunican un significado. En el caso de los segundos, pueden ser un vehículo de conceptos ordinarios o sublimes, como un mensaje liberador del Dharma. Al igual que con lo que se ve, los sonidos pueden ser agradables, desagradables o neutros.
Los olores o aromas pueden ser naturales o artificiales, así como agradables, desagradables o neutros.
Los sabores se describen como de seis tipos, que de manera muy general se traducen como dulce, salado, amargo, ácido, picante y astringente.
Las texturas, o sensaciones táctiles se pueden sentir en la superficie del cuerpo o en su interior. Las texturas ‘interiores’ incluyen el hambre y la sed, y las sensaciones que surgen cuando se está enfermo o profundamente relajado.
En esta investigación, la forma se refiere a nuestro cuerpo físico. De manera más general, es todo lo que podemos ver, escuchar, oler, probar y tocar, y también las facultades sutiles que llevan a cabo el acto de ver, escuchar, oler, saborear y tocar.
Sensaciones
De éstas se dice que son las experiencias dolorosas, agradables y neutrales en el cuerpo, así como las sensaciones agradables o desagradables en la mente. (Se dice que las sensaciones neutrales de la mente no se cuentan por separado debido a que no se logran distinguir de las sensaciones neutrales del cuerpo.)
Todo el tiempo experimentamos sensaciones, sobre todo neutrales, pero también dolorosas y placenteras.
También se pueden explicar como las sensaciones que ocurren con base en las impresiones sensoriales. Un objeto sensorial, tal como el incienso, puede entrar en la categoría de skandha de la forma, pero la sensación que genera cuando lo olemos pertenece a la categoría del skandha de las sensaciones. En este caso probablemente se trate de una sensación placentera.
De acuerdo con las enseñanzas, las sensaciones son importantes porque son la base del apego y la aversión, las cuales son el centro de muchos de los conflictos entre personas laicas que no han renunciado a los intereses mundanos.
Percepciones
‘Percepción’ significa la captación de un objeto específico como algo que está delimitado o que se distingue de otro objeto.
A nivel conceptual, significa el reconocimiento de identidades o nombres, y a nivel sensorial significa el discernimiento de los cinco objetos de los sentidos.
Técnicamente hablando, la percepción se define como ‘aquello que capta o identifica características’. La percepción puede carecer de conceptos, como en el caso de los cinco sentidos físicos, o ser conceptual, como es el caso de la percepción de pensamientos e ideas.
En todos estos casos, la percepción puede ‘discernir’ o ‘no discernir’. Se considera que las percepciones de los cinco sentidos no conceptuales disciernen cuando operan de forma normal y perciben sus propios objetos: colores y formas, sonidos, aromas, sabores y texturas. Se dice que la percepción mental discierne cuando distingue identidades o nombres. Esto pasa cuando (a) la mente reconoce un objeto y lo asocia con su nombre, y (b) cuando la mente sabe a qué se refiere un nombre dado.
Se considera que una percepción no discierne cuando el órgano del sentido en cuestión es perfectamente funcional pero no hay objeto. Esto ocurre en estados profundos de absorción meditativa, y también cuando la mente no es capaz de identificar y nombrar objetos, como cuando, por ejemplo, uno encuentra algo por primera vez y no es capaz de reconocerlo. Esta es una experiencia común para los niños.
Cuando la mente no sabe a qué se refiere un nombre dado, como cuando, por ejemplo, se escucha un idioma desconocido, a esto se le considera una percepción mental que no discierne.
No obstante, se debe entender que la percepción que no discierne no se refiere a la mera privación de estímulos sensoriales como, por ejemplo, cuando uno se encuentra en un lugar oscuro con los ojos abiertos, o en un cuarto a prueba de sonidos. En estos casos, los sentidos sí tienen objetos, que serían la oscuridad y el silencio, respectivamente.
Hay tantos tipos de percepción como los hay de fenómenos.
Las percepciones son experiencias subjetivas, y se dice que son importantes porque son la base del desacuerdo y la controversia que resultan en conflictos entre filósofos que han renunciado a los asuntos mundanos.
Formaciones
La categoría llamada ‘formaciones’ es un poco complicada, pero si solo nos limitamos a las formaciones mentales, entonces básicamente se refiere a pensamientos y emociones, o a lo que técnicamente se le conoce como ‘estados mentales’. Aunque hay muchos estados mentales posibles, las enseñanzas del Abhidharma hablan de cincuenta y uno considerados como particularmente importantes.
La sensación y la percepción, de hecho, están incluidas en estas cincuenta y uno formaciones mentales, pero se les trata por separado en la lista de los cinco skandhas por ser particularmente notables.
No hay necesidad de abordar la totalidad de las cincuenta y uno en este contexto, pero debemos saber que éstas incluyen los componentes necesarios para que ocurra cualquier cognición, a saber, sensación, percepción, intención (es decir, cuando la mente se dirige hacia un objeto en particular), la atención (cuando la mente se mantiene en ese objeto), y el contacto (cuando coinciden un objeto, un órgano sensorial funcional y la consciencia).
También hay cinco estados mentales que asisten en el discernimiento de los objetos. Estos cinco son: interés, aprecio, atención plena, concentración e inteligencia (o discernimiento). [3] Estamos hablando de estos en un nivel sutil. Por ejemplo, necesitamos de cierta concentración para enfocarnos en un objeto particular, y de discernimiento para identificarlo.
A los primeros diez se les llama ‘estados mentales generales’.
Después están los estados mentales virtuosos, tales como la fe, la prudencia (o actuar con consciencia), el no-apego, la no-agresión, la no-confusión y la diligencia.
Además, están los estados no virtuosos principales de la ignorancia, el deseo, la ira, el orgullo, la duda y las creencias dañinas, así como los estados no virtuosos secundarios, tales como la venganza, el rencor, la envidia, el engaño, la tacañería, la pereza y el olvido. Aquí también incluimos la agitación y el sopor que experimentamos en la meditación, así como la distracción.
Finalmente existen ‘estados variados’ que pueden ser positivos o negativos, tales como el arrepentimiento.
Consciencias
En este contexto, ‘consciencia’ se refiere a la consciencia de las impresiones de los cinco sentidos, así como la consciencia de objetos mentales tales como pensamientos, ideas y emociones.
Las consciencias de los cinco sentidos (ver, escuchar, oler, saborear y tocar) son no-conceptuales. Después la información se envía a la consciencia mental donde pueden entrar en juego los conceptos.
La consciencia visual únicamente registra colores y formas; no reconoce colores específicos, que es la función del skandha de la percepción. Tampoco identifica ciertos colores como agradables, que es la función del skandha de las sensaciones.
Los seguidores de la escuela filosófica llamada Solo Mente identifican ocho tipos de consciencias. Además de las consciencias de los cinco sentidos y de la mente, hablan de una ‘consciencia mental perturbada’ y de la ‘consciencia que es la base de todo’, llamada alaya vijñana.
La ‘consciencia mental perturbada’ está íntimamente relacionada con el ego, y es donde las nociones de ‘yo’ y ‘mío’ entran en la experiencia. Esta consciencia está ausente en la meditación de los seres nobles, pero nunca cesa en el flujo mental de un ser ordinario. Esta séptima consciencia se relaciona muy de cerca con nuestra ‘autoimagen’.
Tras recibir información de los sentidos y procesarla mediante la sexta consciencia, la conciencia mental perturbada pregunta si esta experiencia coincide o no con lo que pensamos de nosotros mismos, en otras palabras, con nuestra ‘imagen’. Esto implica mucho juicio, lo que le abre camino al apego y la aversión.
La consciencia alaya (la consciencia que es la base de todo) se describe como ‘simplemente darse cuenta o una captación no específica del objeto que es general y no delimitada’. Con frecuencia se compara con una bodega en donde guardamos todos nuestros hábitos e instintos, las impresiones o ‘semillas’ de nuestras acciones que madurarán en experiencias en el futuro.
Notas
[1] Sogyal Rinpoche, El libro tibetano de la vida y de la muerte, capítulo 15.
[2] Chögyam Trungpa Rinpoche, Abhidharma. Psicología budista. p. 9.
[3] [Nota del Traductor] Puede encontrar más información sobre estos cinco en la entrada «Cinco estados mentales» en esta Enciclopedia de Dharma que incluye links a la explicación individual de éstos.
Enseñanzas para profundizar
Créditos
Traducido por el equipo de traductores de la Asociación Bodhicitta Escola de l’Ésser del original Five Skandhas de Rigpa Wiki.
(https://www.rigpawiki.org/index.php?title=Five_skandhas)
Publicado en la Enciclopedia de Dharma en julio del 2022.